Objetivos específicos:
Promover el Centro de Formación Pastoral mediante las diferentes estrategias ya definidas impulsando asi una formación integral y permanente con un plan de formación de 7 años.
Capacitar a servidores actuales en los ministerios parroquiales y de movimientos con una meta inicial mínima de 180 alumnos para el primer año y un mínimo de 60 nuevos en los años subsecuentes.
Incorporar durante cada inicio anual al menos a 30 candidatos a servir para así ayudar en la promoción y formación de nuevos servidores en las parroquia o movimientos.
Haber Certificado, al finalizar el primer período formativo, al menos a 140 personas habiéndole brindado las herramientas necesarias para llevar a cabo su ministerio eficazmente en su parroquia o movimiento y con una sólida formación en la fe.
Lograr que al menos un 20% de los alumnos inscritos anualmente sean de los llamados milennials, (18 a 26 años) para así ir construyendo sólidamente el futuro de la diócesis con servidores de este segmento poblacional.
Durante el primer año dar a conocer masivamente en la diócesis la existencia y funcionamiento del C.F.P.
Terminar de Desarrollar para Marzo el sitio de Internet del Centro de Formación Pastoral.
Generar durante la permanencia del alumno una conciencia y actitud de que cada servidor, en la parroquia o movimiento, está llamado a ser un discípulo-misionero -servidor-lidere permanente, hasta la muerte.
Ir Conformando durante todas las estructuras existentes del C.F.P. (Plantel de maestros, Programas formativos, curriculum académico...) una especie de tatuaje espiritual que impregne profundamente los 7 grandes elementos espirituales para una nueva evangelización: 1)El Kerigma, encuentro personal con Cristo es para todos; 2)La Biblia es para todo y para todos; 3)El Espíritu Santo es el agente principal de la Evangelización; 4)La santidad es para todos; 5)La Apologética, compromiso de todo confirmado; 6) La Eucaristía, Cristo Jesús, es la fuente y culmen de toda la vida cristiana; 7)La misión de evangelizar es para todo bautizado y para alcanzar a todos los hombres y a todo el hombre.
Impulsar en cada servidor la importancia de mantener y promover la comunión con el párroco, con el obispo y con la iglesia universal por medio del magisterio de la iglesia.
Lograr desde la fase previa hasta el final del curso del C.F.P. que la facultad de maestros y todos los ministerios internos absorban la identidad del C.F.P. para que pueda transferir ello a su área formativa y a sus alumnos durante todo el ciclo formativo.
Integrar en cada programa los conceptos claves para crear conciencia que estamos llamados a ser líderes-servidores al servicio del pueblo de Dios y de la sociedad en general impulsando los valores del Reino. Parte fundamental para lograr esto son los ejercicios pastorales y misioneros durante todo el curso.
